Marco
Histórico
A finales del siglo XIX y principios del XX surgieron modelos de identificación
de la superdotación basados en las capacidades,
que destacaban el papel predominante de la inteligencia y de las aptitudes con
las que se cuentan para tener exitosas ejecuciones y no tanto las ejecuciones
que ya haya realizado.
Antecedentes
históricos: La inteligencia hereditaria de Galton
Las primeras investigaciones
científicas acerca de la inteligencia superdotada comienzan en la última década
del siglo XIX con los estudios del inglés Francis Galton. En 1869 publicó su primera obra Hereditary Genius, donde defiende la
alta heredabilidad de la inteligencia y de la genialidad, detectando una
elevada relación entre inteligencia superior y antecedentes familiares.
En su próximo estudio, publicado en
1874 English Men of Science:
theirNature and Nurture, investigó a una serie de personajes célebres y
eminentes de la época a partir de características biográficas.
Su metodología se basó en estudiar a
las familias de personas que
destacan en diversas esferas de la vida social para buscar padres o hijos con
una alta capacidad intelectual que demuestre su tesis sobre la herencia de la
inteligencia. Los resultados demostraron que había una correspondencia entre el
rendimiento escolar de los sujetos y sus familiares analizados.
Su investigación recibió numerosas críticas porque en lugar de utilizar
instrumentos formales de medida usó criterios de prestigio social, lo cual
provocó un sesgo considerable, ya que a finales del siglo XIX el reconocimiento
social estaba basado en factores sociales, económicos y culturales.
En líneas generales, las conclusiones
de sus trabajos establecen que los "genios" son individuos con una
capacidad intelectual superior, gran energía y fortaleza física, buena salud,
perseverancia, hábitos comerciales, memoria, sentido de independencia y aptitud
mecánica. En resumen un "genio" es aquel que posee características excepcionales, aunque
en diferentes combinaciones.
Actualmente, las ideas que Galton
aportó sobre la capacidad intelectual aún perduran, por ejemplo la relación
entre inteligencia y genialidad, inteligencia y éxito social, inteligencia y
heredabilidad.
El estudio
longitudinal de Terman
Lewis M.
Terman (1877-1956) es
conocido como el "padre del estudio de la superdotación. En 1921 Terman se
dedicó a identificar y analizar el desarrollo de la inteligencia superdotada.
Su investigación contó con la
financiación de la Mancomunidad de Nueva York y con la colaboración de un
amplio equipo de profesionales que coparticiparon en el proyecto. Los objetivos principales del proyecto
fueron comprobar si el potencial intelectual que poseían los sujetos en la
infancia se mantenía cuando alcanzaban la vida adulta y comparar a estos
individuos con esta excepcional capacidad con los individuos de inteligencia
normal.
Terman seleccionó a
los sujetos más representativos
de la población escolar californiana. La muestra que obtuvo estaba formada por
un grupo de control y un grupo experimental, éste último
constituido por 1.528 escolares (de tres a diecinueve años) con una alta
capacidad intelectual. Las conclusiones del estudio diferenciaban una serie de
características que poseían los superdotados:
1.
Presentan superioridad física y
mejor salud.
2.
Han aprendido a leer antes que el grupo de control, entienden rápidamente.
3.
Tienen gran curiosidad y memoria y un amplio vocabulario.
4.
En los test de rendimiento puntúan dos o tres años por encima de la población
normal.
5.
Leen más y mejor con un marcado interés hacia la ciencia, la historia, las
biografías, la poesía y el teatro.
6.
Su nivel de intereses es más elevado.
7.
Obtienen mejores puntuaciones en los test caracteriológicos (evaluación de la
estabilidad emocional, actitudes sociales y otros aspectos).
El trabajo de Terman
continuó a lo largo de más de siete
décadas e incluso sigue en la actualidad. Los resultados longitudinales
muestran que la elevada inteligencia se
mantiene en la mayoría de los casos observando que muchos participantes habían
publicado libros y habían efectuado alguno que otro producto. Sin embargo la
gran mayoría de los hombres y mujeres de la muestra había tenido éxito en las
disciplinas universitarias cursadas y en la actividad profesional, ninguno de
ellos realizó una contribución lo suficientemente notable como para ser
catalogado de genio o ganar un
premio Nobel o similar.
Los estudios de Galton y Terman se han
convertido en un punto de referencia imprescindible en la conceptualización
medida de la alta capacidad intelectual. A partir de esos años se realizaron
multitud de estudios en EEUU para obtener un mayor conocimiento sobre la
realidad y para la realización de mejores programas educativos en beneficio de
los niños y jóvenes superdotados.
Otras
concepciones de la inteligencia
A comienzos del siglo XX se presentan
tres concepciones explicativas de la superdotación: la monolítica, la factorial
y la jerárquica. Estas teorías analizan los elementos que conforman la
estructura intelectual. Según el tratamiento y la interrelación que confieren a
sus componentes se puede diferenciar una inteligencia unitaria, dividida en
factores o jerarquizada.
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